‘Propuestas para una mejora ultrarracional de la ciudad de Madrid‘ es un garbeo semanal que parte cada martes de una estación de metro distinta, barriendo el plano por orden de líneas y de norte a sur. Cada garbeo consiste en caminar por donde nos venga en gana y una visita a un bar local. En ellos conocemos al Pueblo en su salsa, interactuamos con él, cantamos a favor de la labadora, etc.
Este martes hemos empezado en la estación de metro de Almendrales nuestro recorrido norte-sur de las estaciones extramuros de la M30 en la línea 3 (la amarilla, para los que sois de provincias).
Lo hemos hecho con algo de pena por tener que dar por terminado el recorrido de la línea 2, en la que hemos vivido tantas aventuras y donde ya empezábamos a sentirnos como en casa, pero también emocionadas por lo que la línea 3 tendría reservado para nosotras. ¿Sería esta también tierra de Seat amarillos, de cruces de farmacia super luminosas? ¿Nos recibirían sus habitantes con el mismo afecto que las vecinas de la Elipa?

Lo primero que notamos nada más salir del metro, atontadas por el jet lag, fueron las altas temperaturas, propias del clima subtropical del sur de Madrid. Nos permitimos unos minutos para reponernos del choque térmico y también para admirar algunas de las principales atracciones turísticas de la zona, antes de proseguir nuestra ruta.

Ya repuestas, abandonamos la zona turística y nos adentramos en el barrio, en busca del elusivo, auténtico espíritu de Almendrales. Lo primero que nos llamó la atención fue el rico cromatismo de sus edificios.


Muy a nuestro pesar, lo segundo que notamos es que nuestra presencia no era del todo bienvenida en el barrio. Lo achacamos a que en las últimas semanas nos hemos hecho demasiado famosas, y nuestra mala fama nos precede.

Notamos que los perros en este barrio son particularmente hostiles ante los forasteros.

Aunque tenemos que admitir que no nos extraña que los habitantes de Almendrales no se anden con chiquitas ante la invasión turística. Tuvimos ocasión de comprobar que desde la infancia los niños de Almendrales aprenden dónde deben estar los límites, tanto los suyos como los de los demás.


Apreciamos una efervescente actividad artística en el barrio, similar a la que encontramos en la Almudena hace unas semanas.



Almendrales tiene un rico pasado histórico, que nosotras desconocemos, pero hicimos algunos hallazgos que probablemente serían de interés para la comunidad académica.


Como no podía ser menos en un barrio con tan vibrante actividad cultural, nos dimos cuenta de que en Almendrales se potencia mucho el uso del postespañol.

Y llegamos a nuestro lugar favorito de todo el garbeo: un mercado que ofrece casi tantas posibilidades de explotación ultrarracional como el aparcamiento Marcelo, que encontramos durante nuestra visita a la Elipa hace unas semanas.
Una vez dado por concluido el garbeo, nos costó mucho decidir en qué bar entrar a debatir nuestras propuestas de mejora ultrarracional del barrio. Las posibilidades eran casi infinitas.
Sin embargo, fuimos conscientes de haber tomado la decisión correcta nada más poner un pie en el local por el que finalmente nos decantamos.


A continuación, las propuestas que salieron de nuestro riguroso debate:
- Hay que hacer algo con los perretes xenófobos. Se propuso su reeducación, deportación y/o exterminio, además de su progresiva sustitución por carlinos, una raza mucho más acorde con el inevitable proceso de gentrificación del barrio.

- Nos parece muy bien el estricto modelo educativo que proponen los centros de primaria de Almendrales, pero proponemos endurecerlo todavía un poco más. Proponemos que todos los alumnos que lleguen tarde al colegio estén obligados a participar en combates de lucha infantil.

- Entre las muchas ideas que se propusieron para aprovechar el espacio del mercado, destacamos: convertirlo en una pista de karts, y convertir todos los locales en restaurantes cuquis de ramen.

- También proponemos triplicar los precios de las cervezas en todos los bares del barrio.

- Proponemos potenciar aún más el postespañol en el barrio, quizás abriendo en el mercado la primera biblioteca de obras escritas exclusivamente en esta variedad lingüística.

- Proponemos convertir la comisaría pop de Usera, que ya parece un museo, en un museo de verdad, donde los comisarios sean comisarios de arte.

- Como iniciativas que fomenten la convivencia y la sana competición entre vecinos del barrio, proponemos: la creación de un programa de historical casete crossing para que los vecinos intercambien sus audios de la Reconquista, y un concurso anual de enrejados.

- Por último, tras haber constatado que estos son los firmes valores por los que se rigen los vecinos del barrio, proponemos que el lema Respecto, Amor, Dignidad se instaure como el Liberté, Egalité, Beyoncé de Almendrales.

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