‘Propuestas para una mejora ultrarracional de la ciudad de Madrid‘ es un garbeo semanal que parte cada martes de una estación de metro distinta, barriendo el plano por orden de líneas y de norte a sur. Cada garbeo consiste en caminar por donde nos venga en gana y realizar una visita a un bar local. En ellos conocemos al Pueblo en su salsa, interactuamos con él, cantamos a favor de la labadora, etc. Consulte aquí los próximos destinos.
Alvarado es la Little Havana de Madrid, un trozo de Caribe sin mar, un conjunto de callejuelas de casas bajas, un paraíso con nombre de Conquistador español que nos conquista por supuesto el corazón; lugar también donde la valiente Raiumunda (Penélope Cruz) del ‘Volver‘ de Almodóvar desarrolla todas sus aventuras: matarse a trabajar y ocultar el cadáver de su marido, entre otros oficios. Recorremos sus calles oscuras, llenas de contenedores amarillos (es martes y los martes se recoge el plástico en el Distrito de Tetuán) y aprovechamos para irnos de compras por la calle Topete, cruzándonos de forma insistente con ambulancias del SAMUR, coches de policía con la sirena encendida, bailes de salón, zapaterías y ornamentos religiosos de unas cuantas santerías.
De la calle Topete se ha escrito mucho en los últimos meses, se ha escrito tanto que todo el mundo se ha largado a otros barrios de Madrid o alrededores. Más que describir Alvarado como la Little Cuba que nos enamora a los ultrarracionalistas, en la prensa se la describe como el Bronx madrileño que mata a sus vecinos: se han contado historias de narcopisos, asesinatos a las seis de la tarde, ajustes de cuentas entre las bandas Trinitarios y DDP, asesinatos a las siete de la mañana. No sabemos si son ciertas porque no las hemos vivido, no estábamos en el bar C. Azúcar Drink de la calle Topete para comprobar la veracidad de los hechos cuando alguien entró para asesinar a aquel dominicano que se encontraba de permiso penitenciario mientras cumplía una pena por homicidio pero estuvimos ayer, y no cuenta. En Alvarado intentamos encontrar la redención y tratamos de arrepentirnos y convertirnos antes [de] que llegaran los días malos. Aspiramos a dejar de ser mentecatos y ser como Don Miguel de Unamuno en las últimas páginas de Niebla, ya con la redención sobrevenida, en la que grita cuando le insultan:
—No sea usted tan español, Don Miguel.
—¡Y eso más, mentecato! ¡Pues sí, soy español. Español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo, y el españolismo es mi religión, y el cielo en que quiero creer es una España celestial y eterna, y mi Dios, un Dios español, el de Nuestro Señor don Quijote, un Dios que piensa en español y en español dijo: «¡Sea la luz!», y su verbo fue verbo español.”
Alvarado nos fascina tanto como españoles que buscamos para redimirnos un lugar donde quedarnos a vivir, tal vez al que llamarle hogar en algún momento, y encontramos una pensión regentada por una amable señora de O Carballiño (Ourense) donde por 30 € la noche, podemos disfrutar de una habitación doble y silenciosa con corrala exterior y una recepción llena de vida, lejos del mundanal ruido de los turistas que tratan de pasar desapercibidos por el centro de Madrid mientras les estafan una y otra vez, y de los peligros de Airbnb. 30 € la noche significa que entre 2 ultrarracionalistas sólo tendríamos que pagar 930 € al mes, gastos de luz, internet, gas y limpieza incluidos: pagaríamos muchísimo menos que por vivir en un piso del centro y además nos harían la cama todas las mañanas. El Medievalista llora emocionado, afortunado, incapaz de asumir la suerte que acaba de tener.
Queremos visitar por recomendación de un aborigen de Alvarado, y además amigo de Brenda, un lugar la coctelería Sotoverde, y para ello nos engañamos a nosotros mismos consultando la ruta en Google Maps: el cacharro nos indica que bajemos la calle Edgar Neville y giremos a la izquierda. Brenda se alegra de que la calle Edgar Neville exista porque hace poco vio una película suya dedicada al poliamor estrenada en 1956 pero en realidad el nombre de esa calle existe únicamente en Google Maps porque en la vida real, tienen que bajar la calle General Moscardó, quien no hizo ninguna película sobre triángulos amorosos ni llenó España de humor, elegancia y desenfazo como hiciera el escritor, director de cine y autor de teatro Neville sino que fue cabecilla de las fuerzas sublevadas en el golpe de Estado de julio de 1936. Qué se le va a hacer, no se puede hacer todo en esta vida.

Ante la pintada antigolpista sentimos lástima por el General Moscardó y sus hombres, así como los honores que han perdido para Google pero no para el Ser Español. La coctelería Sotoverde es un lugar mágico donde que disfrutamos de la tapa local de la España sublevada, esto es, mucho embutido de calidad y queso curado, con patatas y aceitunas, nada que ver con la escueta tapa tradicional de Tocino en Estrecho que disfrutamos en el garbeo del martes pasado.

Seguimos fluyendo por las calles de Alvarado y en Bravo Murillo colocamos un nuevo aviso de reubicación, aun a riesgo de encasillarnos pero es que nos pareció deleznable que un edificio tuviera un gimnasio lleno de gente sudando y sufriendo en el portal. No podíamos soportarlo.
Si quiere poner su propio aviso de demolición en un edificio que le parezca particularmente deleznable, bien sea por algún gimnasio o una situación peor, descargue el aviso.
Las conclusiones del garbeo son excelentes: disfrutamos de la gastronomía local, pudimos interactuar con las gentes y comprobamos que el barrio sigue manteniendo altas dosis de identidad castiza ante la diversidad de convecinos de todas partes de América. No por nada dedica su nombre a Pedro de Alvarado, capitán y fiel amigo de Hernán Cortés sin el cual no se habría podido españolizar y poner paz en el antiguo México. Aunque no nos ofrecieron sexo anal como sucediera en Tetuán ni nos sentimos lejos de toda esperanza de vida como en Bambú, nos fuimos con la certeza de que la convivencia es posible en este barrio. Concluimos el tramo norte de la Línea 1 llenos de vida a sabiendas de que nuevas tormentas nos esperan, agazapadas, en el tramo sur que empezaremos a recorrer la semana que viene, si Dios quiere.