I. El arte: o es provocador o es basura. Sólo el Ultrarracionalismo sobresale en ambos aspectos, por lo que es doblemente arte.
II. El Homo velamine nos rodea. Nos enseña en la escuela, debate en la asamblea, nos habla por la tele, escribe manifiestos en cuartillas para paliar sus carencias infantiles. ¡Cuidado, tal vez sea usted uno de ellos!
III. Lo prohibido ha de ser visitado sin mesura. Las barreras han de ser repetidamente destruidas. Y toda lista de enseñanzas o doctrinas, como este manifiesto, ha de ser constantemente violada.