‘Propuestas para una mejora ultrarracional de la ciudad de Madrid‘ es un garbeo semanal que parte cada martes de una estación de metro distinta, barriendo el plano por orden de líneas y de norte a sur. Cada garbeo consiste en caminar por donde nos venga en gana y realizar una visita a un bar local. En ellos conocemos al Pueblo en su salsa, interactuamos con él, cantamos a favor de la labadora, etc. Consulte aquí los próximos destinos.
Elizabeth Smart tiene una gran novela de prosa poética titulada By Grand Central Station I Sat Down and Wept, en la que se atrevió a hacer algo que ni Francisco Umbral en su Trilogía de Madrid: transcribir las emociones de tristeza que producen las estaciones de tren. En este garbeo quisimos escenificar ese título de forma española: tocaba la estación de Chamartín, que conecta Madrid con las Provincias del norte.
Chamartín presenta un sinfín de placeres hedonistas: WiFi, cine, Burger King, baños, distintas máquinas de vending, una bolera, una sala de congresos donde se anuncia una conferencia de C. Tangana, a la que llegamos diez horas antes. El título de la ponencia es C. Tangana: La construcción del ídolo.
Nos sentamos a esperar la conferencia, pero pronto nos aburrimos y nos fuimos. Salimos de la estación, con el sentimiento de que tal vez fuéramos los primeros humanos en hacerlo a pie.
Fuera llueve. Fino goteo ácido, acid txirimiri, napalm castizo, dióxido de azufre y de nitrógeno: la acción combinada de la naturaleza y el conductor madrileño. Vemos a lo lejos los cuatro gloriosos falos de Florentino Pérez y nos sentimos agradecidas de poder disfrutarlas, a pesar de la smog madrileña. Sin embargo, unas chabolas construidas en un descampado empañan nuestra felicidad.
Nos introducimos en la civilización. El Pueblo está como ausente. No podemos charlar con él, y nos entra una melancolía insoportable por nuestros queridos aborígenes filipinos-australianos y polacos de Bambú. Definitivamente, esta zona necesita que se lleve a cabo con urgencia la Operación Chamartín: derribarla y construir en toda ella un ejército de rascacielos con los que avivar la burbuja. Esperamos que la Carmena ceda lo antes posible ante el BBVA y el Ministerio de Fomento y ponga en marcha el plan, que generará Empleo y Gol. 120.000 puestos de trabajo y jamón para todas, según el presidente del BBVA. ¡Viva el Pleno Empleo, viva el Mamoneo!
Buscando el contacto con la gente, y como todos los bares de tarde estaban ya cerrados y los restaurantes eran muy caros, nos introdujimos en el Mercadona. La gentrificación también opera en este barrio, y en los apenas cinco minutos que permanecimos ahí vimos como los mantecados y polvorones subieron de 3’95 a 9’35 €/kg. ¡Brutal! Salimos lo más rápidamente posible. La puerta que tomamos daba al párking. La gente nos miraba extrañada por la combinación de nuestra cara de susto y nuestra bandera azul. Es extraño, porque el Partido Popular siempre ha ganado las elecciones en el barrio de Chamartín (42.650 personas aficcionadas a Esperanza Aguirre frente a las 16.975 de Manuela Carmena). Por eso hemos traído hoy la bandera del PP, con la esperanza de que nos infiltraría en el Pueblo. Bueno, justo estas personas serían votantes de Vox.
La inflacción en Chamartín es brutal: así han subido los precios en apenas cinco minutos.
En los párkings de los supermercados es donde el Pueblo se realiza. Por eso el PP ha llevado hasta allí su campaña electoral.
Filemón, representante del Pueblo
Al salir llegamos a la inevitable Castellana, arteria ulcerada de la ciudad, donde por fin nos encontramos al Pueblo: está ufanado haciendo carreritas de coches. Le animamos agitando nuestra bandera popular, momento que titulamos como «La Estabilidad guiando al Pueblo»: una versión moderna y españolizada de la famosa obra de Delacroix.
Un poco más adelante llegamos a la Plaza de Castilla, que será el origen de nuestro póximo garbeo. Saludamos a las Torres Kio, Puerta de Europa y del Anticristo, coronamos el Cipote Móvil de Calatrava, y nos despedimos hasta la próxima semana.
Si quiere poner su propio aviso de reubicación y españolizar catalanes como la Constitución manda, descargue la nota.