Este fin de semana una veintena de ultrarracionalistas ha cortado la Gran Vía de Madrid para reclamar «la vuelta del mundo antiguo». Los activistas, que han elegido la Gran Vía por ser “símbolo de la novedad y la tendencia”, han portado pancartas con lemas como “Abajo el mundo moderno”, “Basta de ordinarieces” y “Abajo los camiones”. Además, uno de ellos ha ido ataviado con un disfraz de caballo “en representación del mundo antiguo”.
“Cualquiera que dirija una mirada atenta a la época actual y la compare con la anterior a la Guerra podrá comprobar que nos encontramos bajo el imperio de la del embrutecimiento y la bagatela”, ha declarado Jerónimo García, portavoz de la revista ultrarracionalista Homo Velamine, tras hacerse un selfie durante el corte de circulación.
La denuncia está inspirada en la película “El último caballo”, dirigida por Edgar Neville y protagonizada por Fernando Fernán-Gómez, donde un grupo de activistas corta la Gran Vía. El propio personaje de Fernán-Gómez hace en el filme un alegato contra la vida moderna: “Brindemos por el mundo antiguo, cuando todo era suave y fácil, cuando todo lo que se movía tenía sangre caliente, cuando la gente no tenía tanta prisa y vivía con más sosiego, o cuando sobraban unas horas al día para pasear en un caballo.”
Tanto peatones como conductores se han mostrado enfurecidos con los ultrarracionalistas. «¡A trabajar los ponía yo!», ha exclamado una señora. Otro ciudadano mayor ha opinado que el mundo moderno le parece «una mierda». «Ahora ya no hay ni orden ni respeto ni hay nada. Ahora estamos llenos de marranería y cochinería», ha sentenciado. Otras voces críticas señalan que Esperanza Aguirre se adelantó a los ultrarracionalistas: la ex presidenta de la Comunidad de Madrid ya protagonizó una escena semejante en la Gran Vía en abril de 2.014, y también publicó un tweet en el que defendía “los valores del mundo clásico”.
Los ultrarracionalistas, que han organizado la protesta a través de las redes sociales, exigen el uso exclusivo de avenidas históricas como la Gran Vía para vehículos de tracción animal, la condena a salas de máquinas con humo y ruido a automovilistas contumaces, la demolición inmediata de todos los edificios modernos, la condena del mal gusto, y la vuelta a las normas de la RAE anteriores a 1.950, entre otras medidas.
2 ideas sobre “Cortan la Gran Vía de Madrid para reclamar la vuelta del «mundo antiguo»”