Este texto forma parte de la serie de relatos neonormales por entregas que publicaremos de forma aleatoria e impredecible.

De los 657,2 millones de Usuarios, Metrodemadridinforma, le ha tocado hoy a la 21.054. Son las 22:06, miércoles 13 de mayo, día 59 de Confinamiento. El Vector de Transmisión 56.378 la ha interceptado con la celeridad impecable que le caracteriza: la espalda tensa y la voz impostada, se tira de las trabillas del pantalón para contrarrestar el peso inguinal. Señora, ¿tiene Mascarilla? Sí, aquí en el bolsillo. Pues la tiene usted que llevar puesta o se va a tener que bajar del tren. Ya, ya, es que se me empañan las gafas. Próxima estación: O’Donnell.
El COVID-19 es del tipo de Virus autosuficiente; sus aguijones proteicos se apañan solos para polinizar con un ligero vuelo, esputo mediante, las sonrosadas flores de los pulmones. Pero para inocular el otro, el que va directo a la amígdala, hay que echar un cable; basta tan sólo con hacer un poco más vigoroso ese facilón empujoncito heroico que desde la televisión nos piden: ESTE VIRUS LO PROPAGAMOS UNIDOS. Por eso el entregarse a la hematófaga sagrada misión de Vigilancia Subcortical Callejera. Y, qué hostias, que a él, además, le pasa exactamente lo mismo que al protagonista del relato en la pegatina junto a la puerta, LIBROSALACALLE; que nada más echarle el ojo encima a un forastero sabe de qué pie cojea. Y a ver si no está cantado que esa miope de mierda es, seguro, una maquinadora e intrigante: la aparente pasividad de sus manos al acceder inmediatamente a colocarse la FFP2 la denuncian. Para cuando lleguen los 400 Rastreadores que la Jefatura Autonómica promete contratar, ellos, los Vectores de Transmisión, ya habrán adelantado el trabajo más arduo. Y sin que los haya tenido que organizar ningún secuestrado por el Gobierno. Las Redessociales, es lo bueno que tienen…
Cumplido el cometido, se sienta; la Distancia de Seguridad le permite ahora despatarrarse aún más si cabe, si bien no reviste el mismo encanto que cuando se sabe usurpador ilegítimo del espacio que no le corresponde. 21.054 se levanta, abandona el vagón; aunque yergue la cabeza, no alza su mirada: virus transmitido. A ver quién es ahora el guapo que nos impide pasar de fase.
Ha dormido regular esta noche la Esencial 1.004.961. Por los retortijones principalmente; y lo ha soltado todo nada más dejarse caer en la taza. Pantone Honey Ginger / #a96318. Eso sí, Fiebre no tiene y tampoco picor de garganta. La Presión en el pecho, sí. Pero es la que se le pone siempre que sale en pantalla esa ristra de fotogramas: BernabeubancospañaretiropreciadosmadridrioJUNTOSNUNCAHEMOSPERDIDO. Debe de ser porque en el mensaje intuye que el sustrato del Neorden consiste en avivar la Arqueonostalgia: ese querer salir de casa para abarrotar estadios, desfiles y ruedos. Mono de amalgama desclasada y OLÉ!!! 1.004.961 se traga dos Fortasec, que Benavente-Pavones es larga. Menuda jodienda sería manchar el pantalón del uniforme. Si no fuera por eso, un placer esto de conducir sin tráfico. Previsión para las próximas horas: cielo nuboso y lloviznas generalizadas. El Usuario 316 golpea la Mampara. Que la máquina no me coge la tarjeta de crédito. No importa, pase, pase. La Vector de Transmisión 78.663 no da crédito. Hay que joderse. Avanza desde mitad del vehículo. Saca un bolígrafo de su mochila Quechua, ribetes verde pistacho algo desgastados. Oyes, dame una Hoja de Reclamaciones, que aquí pagamos unos y los demás, por la cara. Al incorporarse para coger la libreta, a la Esencial le vuelve la sensación de Asfixia y contrae las nalgas. 78.663 rellena la Reclamación en el decimoctavo día de la Cuarentena. Tiene una letra rara pero clara. Al final, 1.004.961 se caga encima. En la radio dan las 10:30, pero como lleva los auriculares puestos, 316 no se percata de eso ni de nada. La Vector recoge su resguardo y mira hacia fuera de la ventana: ojalá que sí que se abra todo para la Feria… ¡Y los Bares, Nuestros Bares!
Ya llevaba una semana con molestias torácicas y el estómago mal, aunque el Noesencial 2.555.126 prefirió quitarle importancia. Sabía que eran factibles las Recaídas y también muy posibles nuevos Ataques Víricos; pero no volvió a acudir al Hospital hasta que el dolor se tornó preocupante. 67 días de Confinamiento, 23:42 h. La Vigilancia Subcortical Callejera lo identifica en cuanto le ven las trazas: coleta corta, camiseta con mensaje y bandolera; inequívocamente, otro de tantos vagos. Y lo abordan, Vectores 512 y 3.092: Así como está usted empezó el sobrino de un vecino nuestro y no pudieron ni despedirse de él, que también nos engañan con eso de que sólo se están muriendo los viejos. 2.555.126 suda mucho; la Fiebre, los fluorescentes, muchas horas corrigiendo en AulaVirtual y, encima, esto. En un rato le habrán ingresado en un box. PCR y otras analíticas: pericarditis aguda por INFECCIÓN COVID. Amaneciendo ya, lo mandarán para casa bajocontroltelefónicomédicocolchicinayunalargaristradeotrosmedicamentos hasta la siguiente revisión cardiológica. Pero todo eso vendrá luego. Por ahora, intentar no quedarse pegado al asiento plástico de la Sala de Espera. Y no entrar en bucle pensando en la disnea. En medio de la desazón, le congratula comprobar que para esta otra peste sí que está vacunado y fantasea con arrancarles la Mascarilla a esos dos. Y toserles encima hasta el vómito. Es una suerte que los cursos de mindfulness le hayan servido para no hacerlo, pero no para no desearlo con todas sus fuerzas. Se prohíbe sentir el más mínimo atisbo de compasión por los Vectores, aunque el de la camisa a cuadros espere su turno con esa herida fea, profunda y fresca en la mano. Oye que lo nombran por megafonía: Consulta número 6. Siente alivio, 2.555.126, y se despide: hay más riesgo cuando, como en el caso de ustedes, se está podrido por dentro.
Vence la pereza que la ralentiza para salir al balcón. 19:59 h, 28 de abril, día 45 del Estado de Alerta. Se ha anunciado ya el Plan de Transición hacia una Nueva Normalidad y la Grupoderiesgo 48.500 barrunta que ya no podrá posponer mucho más la decisión de dejar a su novio. Quizá se atreva a hacerlo incluso antes de que termine la Cuarentena. Siente que desde que ella colgó ese cartel en la terraza, él ha estado especialmente incómodo. Y aunque le ha tolerado todo este tiempo el Ritual de los Aplausos (incluso lo secundó cuando, al comienzo, tenía un no sé qué de épico), esto lo de la pancarta…, ¡qué necesidad tiene esta tía de politizarlo todo! 48.500 se deja caer sobre la barandilla; la sensación de indolencia es por lo suyo de siempre, o eso cree. Pero esa especie de cortinilla gris que le vela los ojos, presiente, no es como la habitual. Esta de hoy es la propia de la FaseCero de su Maldeamores. Si se proyecta en la Paulatina Desescalada, aumenta su angustia, pero no puede evitarlo. Las Instrucciones Gubernamentales pronto permitirán la Libertaddecirculaciónparactividadescomercialesdeportivasreunionesfamiliares, pero 48.500 no tiene aún ninguna fuerza para acometer el proceso. Llegará y lo sabe, aunque sin fecha previsible, el momento de disfrutar del grandísimo pequeño lujo de desayunar sola. Y a eso le seguirá, FaseUno, el esfuerzo de empezar a quedar con grupos de máximo diez personas, todavía sin excesivo entusiasmo, pero sí poniendo todo su empeño en evitar que la observen bajo sospecha por usar el glucómetro en público. Terracitasestrechitasguarritasruidositas de los VERANITOSDELAVILLA Y así y así un equis tiempo más, el que sea, hasta que, de repente, en Fase 2 se le despierte el impulso de apuntarse a la autoescuela y volver al gimnasio. Asir un volante y blandir unas pesas le resucitarán las ganas de follar. Por eso, cuando se alcance la Fase 3, ya estará preparada para, a falta de mejores opciones, tirar de Tinderbadoomeetic. Con menos miedo al contagio que a la decepción, se alegrará no obstante de vivir en un piso tan pequeño pero con una cama tan grande. Qué haces todavía fuera si se han acabado los aplausos, que luego te quejarás si te da otro desmayo. 40.500 se sobresalta un poco y dirige su mirada hacia el sofá donde descansa Vector de Transmisión 6.043. Entraré cuando me dé la gana.