Hay cosas que no son fáciles de aceptar, y los últimos tiempos parecen estar dispuestos a poner a prueba el sacrosanto Sufrir y Rezar que nos sostiene. EE.UU tratando de quitarnos el puesto como País de Lo Grotesco, Rajoy The Buda en un perpetuo retiro espiritual que nos sume en el desconcierto, Pedro Nespresso-Sánchez perdiendo todo lo que toca cual rey Midas del Autogol o la confusión de un Pueblo que se ve demasiado representado en el Congreso. Todo ello produce congojas y vértigos varios que amenazan con colapsar los delgados pilares sobre los que nos levantamos como Nación.
Cuando parecía que nada podía ir peor, el golpe final. Españoles, Valencianos, Gente de Bien en general: Rita Barberá nos deja. Ante la dureza de los acontecimientos, el ultrarracionalismo, fiel a sí mismo, ha de despedirla como se merece, esto es, con un elogio fúnebre a la altura de lo que esta Luchadora de Perlas, este adalid gratuito de lo Serio y lo Responsable, merece.
Para el Pueblo, y más el Pueblo Valenciano, Rita Barberá debe ser algo más que una señora sexagenaria con tímidos problemas con la bebida, tanta cara dura como billetes y más secretos sobre su partido que cuñados tiene la Meseta. Rita Barberá consiguió traer al levante de la Meseta una nueva Aetas Aurea. Era nuestra Augusta Corrupta, nuestro Pontifex Maximus del Bienestar y el Crecimiento, Rita era la electa Imperator del Empleo y Gol.

¡Llamemos al honor de la difunta! Vistámosla con las mejores galas, realicemos un busto de su faz para que quede constancia de algo Bueno, Bello y Verdadero entre la masa y pasemos a llorar su pérdida mientras exponemos su cuerpo a los agentes que iniciarán un natural pero indecoroso proceso de putrefacción. ¡Oh, Rita, cuánto bien nos hiciste a los valencianos! Bien en forma de Empleo, en forma de asfaltos y carreteras y avenidas y coches rápidos en un circuito cerrado. Bien en forma de Gol, mofándote de la lengua tradicional del Pueblo o ganando siempre las elecciones.
¡Rita si tú perdiste los últimos comicios nosotros perdimos lo poco que nos ataba a lo Serio! Así nos luce el pelo: alcaldes en bicicleta, que no valoran ni saben ver los enormes beneficios de las máquinas, de la potencia industrial, del racionalismo aplicado a la producción en masa de comisiones y cajas con letras alternativas. Ahora ya nadie habla de iniciar el sano proyecto de alargar avenidas para que allí llegue tu gloria, arrastrando con ello viviendas precarias llenas de hippies, extranjeros y votantes de Podemos, si es que no es todo una misma cosa; nadie advierte ya con esa gracia y absoluto desprecio a una lengua y talento la llegada de temperaturas más templadas.
Hoy Valencia está más triste; hoy la Meseta te recuerda con añoranza. Sólo nos queda de ti el recuerdo de tu presencia, bueno, el recuerdo y unas moles inmensas de cemento de sabor faraónico que nos parecieron muy adecuadas porque expresaban todo lo Bueno de lo cual tuviste la bondad de hacernos partícipes. Uniste a Gente Entrañable, Forococheros, Cuñados, amantes-de-la-F1-y-las-macroconstrucciones, Putosamos y Técnicos de Coaching para llegar a una Valencia y una España más Seria y Responsable, y ahora te vas.
Quizá sectores de una España siempre dividida no puedan verlo, pero has sido la persona más coherente de este país. Tal ejercicio de honestidad requería de una altura de miras de la que el Pueblo, guiado por las tripas, la grasa y laSexta, no puede participar. Pero nosotros sí. Por eso, gracias, Rita.
¡Actúa!
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