Hoy celebramos con gran ilusión San José, el día del padre.
Pero yo os advierto: ¡no adoréis a vuestros padres! Porque las sagradas escrituras lo señalan claramente, en Mateo 1, 18 y Lucas 1, 35: el verdadero progenitor de Jesús es Dios, no José.
Dad pues, en este día, un bonito regalo y un cariñoso abrazo a vuestro fontanero o butanero correspondiente. De no tenerlo, no erréis: ¡resistid impasibles al publicitado día! ¡Olvidad la mirada expectante o compungida de vuestro padre! Sus ojos son una prueba que Dios pone en vuestro camino, y sólo aquellos que la superen podrán obtener la recompensa eterna.